jueves, 15 de marzo de 2012

Eliminar tatuajes ha dejado de ser un problema


La tecnología para eliminar la tinta en las capas más profundas de la piel ha evolucionado hasta dar lugar a máquinas que no dejan una sola cicatriz

Ocurre que un buen día decides marcar para siempre tu cuerpo con un tatuaje. Por recordar un momento en concreto, por hacer una locura juvenil o, simplemente, porque te parece una acertada opción estética.

Hace poco tiempo que la decisión de tatuarse la piel -marcada en muchos casos por el arrebato- pasaba de ser una elección totalmente acertada a un auténtico quebradero de cabeza.

Pero ¿qué pasa cuando ese tribal que te tatuaste con 16 años ha pasado de moda? ¿O si el amor que decidiste grabar con tinta en tu cuerpo se acabó para siempre? En definitiva, ¿qué hacemos si ya no queremos llevar un tatuaje?

No hace mucho que el borrado de tatuajes se antojaba como un proceso con pocas garantías y cuyo resultado, en muchas ocasiones, no era del todo satisfactorio.

Cicatrices, marcas y un mal estado de la piel tras el borrado fueron algunos de los factores que hicieron que la solución al tatuaje no deseado pasara por cubrirlo con un dibujo mayor o por evitar, mediante todos los mecanismos posibles, mostrar la ya incómoda marca en público.

Hoy la situación es otra. David Llatje, tatuador profesional y responsable de Tatuadores.es, señala que eliminar tatuajes ha dejado de ser un problema.

«Hay mucha oferta en materia de aparatos láser que ofrecen muy buenos resultados sin agredir la piel. La clave está en acudir a un profesional que tenga una buena máquina y sepa utilizarla correctamente».

A la hora de acudir a un centro para que elimine de nuestra piel las marcas de tinta, deberemos tener en cuenta varios factores que nos ayudarána obtener un resultado satisfactorio y nos darán además una idea del precio del tratamiento: tamaño del tatuaje, los colores utilizados y la antigüedad del mismo serán características determinantes.

En lo que a los colores se refiere, debemos saber que hay tonos de difícil borrado, como los verdes, azules claros, amarillos, naranjas y fluorescentes.

¿A qué edad nos tatuamos?

Para David, hay dos franjas de edad en las que somos más propensos a tatuarnos. «Podríamos diferenciar de los 18 a los 23 años, por rebeldía, para buscar un aspecto original y personal y donde se piden tatuajes como letras, tribales, estrellas... y otra fase de los 23 a los 35 años cuando, ya sea por experiencia o por mayor estabilidad económica, se solicitan tatuajes más elaborados, como retratos, de estilo oriental, terroríficos...Además, a los estilos habituales se suman modas puntuales que marcan los famosos».

El tipo y la variedad de colores del tatuaje, así como su tamaño y la zona en la que haya sido realizado determinarán el número de sesiones necesarias para eliminar la tinta. «Para una letra pequeña, por ejemplo, bastaría con cinco segundos de láser. Eso sí, cualquier tatuaje requiere como mínimo seis sesiones».

Cada vez son más aquellos que se arrepienten de haber marcado su piel con tinta. «Recibimos muchas peticiones de información sobre este aspecto», asegura David. «El principal miedo radica en si el láser dejará marca, el precio y el número de sesiones que necesitan, aunque también si dolerá o a qué sitios de confianza acudir».

Además, señala dos motivos principales por los que se opta por eliminar la marca. «Uno habitual es por el hecho de borrar aquel tatuaje realizado sin pensar, o por haber roto con la pareja. El otro motivo es debido a querer borrar parcialmente un tatuaje no querido para hacerse otro encima (técnica denominada «cover-up») de mayor calidad. De hecho, hay países en los que el láser se usa más con esta finalidad».

También el tatuador es un agente importante a la hora de facilitar el borrado. «Hay tatuajes que no están bien hechos y cuesta mucho más trabajo quitar, incluso algunos dejan cicatriz sin que lo sepamos, ya que queda oculta por la tinta y es imposible eliminar con el láser»

Para David, «cada maestro tiene su librillo, por lo que hay muchísimas máquinas, estilos, tintas, formas de trabajar y técnicas que diferenciarán la calidad de cada obra».

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