Las cruces célticas siempre están en demanda y son unas de las más populares que existen entre este género. Siempre tienen un trabajo de nudos intrincados que las hacen muy llamativas, que no tienen ni principio ni final.
Algunos se deciden por estas cruces por su belleza, otras personas se deciden por lo que significan y simbolizan, ese continuo crecimiento espiritual y por cuestiones de herencia.
También tenemos a las cruces góticas que no tienen ningún lazo religioso o de herencia como las célticas y están basadas en las cruces católicas, acompañadas con cuchillos, espadas y alambres tejidos a través de ella.
Por supuesto, no podemos dejar de mencionar la cruz cristiana-católica, representante de la crucifixión de Cristo.
Con cualquiera de estos diseños o cualquier otro que se consigan, se pueden variar para hacerlos originales. Algunos se tatúan las cruces para hacerlo como una memoria de alguien que murió y entonces también añaden el nombre de la persona a quién se le hace homenaje.
Otra idea popular es ponerle un rosario al final de la cruz y también queda muy bien.
Como idea para un simbolismo menos religioso, se pueden hacer cruces de cosas que no son consideradas cruces. Por ejemplo, dos espadas cruzadas no son consideradas una cruz como tal, pero técnicamente lo son .
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