El tatuaje maorí o moko es facial, y también se realiza por todo el cuerpo, indica pertenencia a la tribu, casta, y abre las puertas del mundo espiritual al viajero que debe cruzar este umbral una vez muerto.
La técnica ancestral para realizar estos tatuajes maoríes sigue sosteniéndose entre los más tradicionalistas y se realiza con puntas de bambú y una tinta negra de gran calidad.
Lo cierto es que, por suerte, la diversidad y el orgullo racial han sobrevivido a la colonización británica y podemos tener la esperanza entonces todos, de que la globalización más cruenta esta lejos de ser realidad.
Los amantes de las modificaciones corporales bogan por la personalización e individualidad, así como la libertad de expresión y estética.
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